Eva Duarte era una adolescente cuando llegó a Buenos Aires el 3 de enero de 1935 con quince años. Ella fue parte de un gran proceso migratorio interno que comenzó después de la crisis económica de 1929. Esta gran migración, en la historia argentina, tuvo como protagonistas a los llamados cabecitas negras, un término despectivo y racista utilizado por las clases media y alta de Buenos Aires para referirse a esos migrantes no europeos, diferentes de los que habían caracterizado la inmigración en Argentina hasta ese entonces. La gran migración interna de las décadas de 1930 y 1940 y los llamados cabecitas negras constituyeron la mano de obra que requería el desarrollo industrial en Argentina y fueron la base social del peronismo a partir de 1943.
A poco de llegar Eva Duarte obtuvo un empleo para actuar en un papel secundario en la compañía teatral de Eva Franco, una de las principales de la época. El 28 de marzo de 1935 debutó profesionalmente en la obra La señora de los Pérez, en el Teatro Comedias. Al día siguiente el diario Crítica realizó el primer comentario público que se conoce sobre Evita:
En 1936 fue contratada por la Compañía Argentina de Comedias Cómicas liderada por Pepita Muñoz, José Franco y Eloy Alvárez para realizar una gira de cuatro meses por Rosario, Mendoza y Córdoba. Durante esta gira, Eva aparece brevemente mencionada en una crónica del diario La Capital de Rosario del día 29 de mayo de 1936, comentando el estreno de la obra Doña María del Buen Aire de Bayón y Herrera, una comedia sobre primera fundación de Buenos Aires:
Pierina Dealessi, una actriz e importante empresaria teatral que contrató a Eva en 1937 recuerda:
El destacado actor Marcos Zucker, compañero de trabajo de Eva cuando recién se iniciaban, recuerda aquellos años del siguiente modo:
Conocí a Eva Duarte en 1938, en el Teatro Liceo, mientras trabajábamos en la obra "La gruta de la Fortuna". La compañía era de Pierina Dealessi y actuaban Gregorio Cicarelli, Ernesto Saracino y otros. Ella tenía la misma edad que yo. Era una muchacha con ganas de sobresalir, agradable, simpática y muy buena amiga de todos, especialmente mía, porque después, cuando tuvo oportunidad de hacer radioteatro en Los jazmines del ochenta, me llamó para trabajar con ella. Desde la época en que la conocía en el teatro y ahora que hacía radio se produjo en Eva una transformación. Ya se calmaban sus ansiedades artísticas, estaba más aplacada, con menos tensiones. En la radio era una damita joven, cabeza de compañía. Sus audiciones tenían mucha audiencia, andaban muy bien. Ya comenzaba a tener popularidad como actriz. A pesar de todo lo que se dice por allí, los galanes teníamos poco trato, dentro del teatro, con las chicas. Sin embargo, yo era muy amigo de ella y guardo muy buenos recuerdos de aquel período de nuestras vidas. Los dos estábamos en la misma porque recién empezábamos y necesitábamos sobresalir, abrirnos camino.
A fines de 1938, con 19 años, Eva logró encabezar el elenco de la recién creada Compañía de Teatro del Aire junto a Pascual Pelliciotta, otro actor que como ella había trabajado durante años en papeles secundarios. El primer radioteatro que puso en el aire la compañía fue Los jazmines del ochenta, de Héctor P. Blomberg, por Radio Mitre, de lunes a viernes.
Simultáneamente comenzó a actuar más asiduamente en películas como ¡Segundos afuera! (1937), El más infeliz del pueblo, con Luis Sandrini, La carga de los valientes y Una novia en apuros en 1941.
En 1941 la compañía puso en el aire el radioteatro Los amores de Schubert, de Alejandro Casona, por Radio Prieto.
En 1942 dio el salto definitivo a la estabilidad económica al ser contratada por la Compañía Candilejas, auspiciada por la empresa Jabón Radical, que difundiría todas las mañanas por Radio El Mundo un ciclo de radioteatros. Ese mismo año Eva fue contratada por cinco años para realizar diariamente por la noche, un radioteatro llamado Grandes mujeres de todos los tiempos, en el que se dramatizaban las vidas de mujeres famosas. Se transmitió por Radio Belgrano y se hizo sumamente popular. Muñoz Azpiri, el libretista, sería quien años después le escribiría sus primeros discursos políticos. Radio Belgrano, por entonces estaba dirigida por Jaime Yankelevich quien tendría un papel fundamental en la creación de la televisión argentina.
Entre el radioteatro y las películas Eva finalmente logró una situación económica estable y cómoda. De este modo, en 1942 pudo abandonar las pensiones y comprarse su propio departamento, frente a los estudios de Radio Belgrano, ubicado en el exclusivo barrio de Recoleta, en la calle Posadas 1567, el mismo donde tres años después comenzaría a vivir con Juan D. Perón.
El 3 de agosto de 1943 Eva comenzó también a actuar sindicalmente y fue una de las fundadoras de la Asociación Radial Argentina (ARA), primer sindicato de los trabajadores de la radio.
A poco de llegar Eva Duarte obtuvo un empleo para actuar en un papel secundario en la compañía teatral de Eva Franco, una de las principales de la época. El 28 de marzo de 1935 debutó profesionalmente en la obra La señora de los Pérez, en el Teatro Comedias. Al día siguiente el diario Crítica realizó el primer comentario público que se conoce sobre Evita:
- Muy correcta en sus breves intervenciones Eva Duarte
En 1936 fue contratada por la Compañía Argentina de Comedias Cómicas liderada por Pepita Muñoz, José Franco y Eloy Alvárez para realizar una gira de cuatro meses por Rosario, Mendoza y Córdoba. Durante esta gira, Eva aparece brevemente mencionada en una crónica del diario La Capital de Rosario del día 29 de mayo de 1936, comentando el estreno de la obra Doña María del Buen Aire de Bayón y Herrera, una comedia sobre primera fundación de Buenos Aires:
- Completaron con acierto el espectáculo Oscar Soldatti, Jacinto Aicardi, Alberto Rella, Fina Bustamante y Eva Duarte.
- Eva Duarte, joven actriz que ha logrado destacarse en el transcurso de la temporada que hoy termina en el Odeón.
Pierina Dealessi, una actriz e importante empresaria teatral que contrató a Eva en 1937 recuerda:
- Conocí a Eva Duarte en 1937. Ella se presentó tímidamente: quería dedicarse al teatro. Vi una cosita tan delicadita que le dije a José Gómez, representante de la compañía donde yo era empresaria, que le diera ubicación en el elenco. Era una cosita tan etérea, que le pregunté: ¿Damita joven, verdad? Su respuesta afirmativa sonó muy baja, tímidamente. Estábamos haciendo la obraUna boîte rusa; la probé y me pareció buena. En sus primeras actuaciones decía pequeños parlamentos, pero jamás hizo bolos. En la escena, que representaba una boîte, Eva tenía que aparecer con otras chicas, bien vestida. Su figura era monísima. La chica se llevaba bien con todos. Tomaba mate con sus compañeras. Lo preparaba en mi camarín. Ella vivía en pensiones, era muy pobre, muy humilde. Venía temprano al teatro, charlaba con todos, reía, compraba bizcochitos. Yo la veía tan delgadita, tan débil que le decía: ¡Tenés que cuidarte, comer mucho, tomá mucho mate que eso te hace muy bien! Y yo le ponía leche al mate.
El destacado actor Marcos Zucker, compañero de trabajo de Eva cuando recién se iniciaban, recuerda aquellos años del siguiente modo:
Conocí a Eva Duarte en 1938, en el Teatro Liceo, mientras trabajábamos en la obra "La gruta de la Fortuna". La compañía era de Pierina Dealessi y actuaban Gregorio Cicarelli, Ernesto Saracino y otros. Ella tenía la misma edad que yo. Era una muchacha con ganas de sobresalir, agradable, simpática y muy buena amiga de todos, especialmente mía, porque después, cuando tuvo oportunidad de hacer radioteatro en Los jazmines del ochenta, me llamó para trabajar con ella. Desde la época en que la conocía en el teatro y ahora que hacía radio se produjo en Eva una transformación. Ya se calmaban sus ansiedades artísticas, estaba más aplacada, con menos tensiones. En la radio era una damita joven, cabeza de compañía. Sus audiciones tenían mucha audiencia, andaban muy bien. Ya comenzaba a tener popularidad como actriz. A pesar de todo lo que se dice por allí, los galanes teníamos poco trato, dentro del teatro, con las chicas. Sin embargo, yo era muy amigo de ella y guardo muy buenos recuerdos de aquel período de nuestras vidas. Los dos estábamos en la misma porque recién empezábamos y necesitábamos sobresalir, abrirnos camino.
A fines de 1938, con 19 años, Eva logró encabezar el elenco de la recién creada Compañía de Teatro del Aire junto a Pascual Pelliciotta, otro actor que como ella había trabajado durante años en papeles secundarios. El primer radioteatro que puso en el aire la compañía fue Los jazmines del ochenta, de Héctor P. Blomberg, por Radio Mitre, de lunes a viernes.
Simultáneamente comenzó a actuar más asiduamente en películas como ¡Segundos afuera! (1937), El más infeliz del pueblo, con Luis Sandrini, La carga de los valientes y Una novia en apuros en 1941.
En 1941 la compañía puso en el aire el radioteatro Los amores de Schubert, de Alejandro Casona, por Radio Prieto.
En 1942 dio el salto definitivo a la estabilidad económica al ser contratada por la Compañía Candilejas, auspiciada por la empresa Jabón Radical, que difundiría todas las mañanas por Radio El Mundo un ciclo de radioteatros. Ese mismo año Eva fue contratada por cinco años para realizar diariamente por la noche, un radioteatro llamado Grandes mujeres de todos los tiempos, en el que se dramatizaban las vidas de mujeres famosas. Se transmitió por Radio Belgrano y se hizo sumamente popular. Muñoz Azpiri, el libretista, sería quien años después le escribiría sus primeros discursos políticos. Radio Belgrano, por entonces estaba dirigida por Jaime Yankelevich quien tendría un papel fundamental en la creación de la televisión argentina.
Entre el radioteatro y las películas Eva finalmente logró una situación económica estable y cómoda. De este modo, en 1942 pudo abandonar las pensiones y comprarse su propio departamento, frente a los estudios de Radio Belgrano, ubicado en el exclusivo barrio de Recoleta, en la calle Posadas 1567, el mismo donde tres años después comenzaría a vivir con Juan D. Perón.
El 3 de agosto de 1943 Eva comenzó también a actuar sindicalmente y fue una de las fundadoras de la Asociación Radial Argentina (ARA), primer sindicato de los trabajadores de la radio.